Los profesionales del sector de la limpieza saben lo importante que resulta contar con el equipo adecuado para la higienización de espacios con características especiales, como las salas blancas. En estos casos, una fregadora industrial se convierte en una herramienta indispensable para conseguir un cien por cien de eficacia en el servicio. Las salas blancas son espacios de trabajo en los que debe haber un nivel de contaminación muy bajo para que se puedan hacer las tareas de manera correcta. Esto implica la necesidad de una limpieza y desinfección máximas, ya que la partícula más pequeña de cualquier sustancia puede afectar al trabajo que se hace en ellas, ya sea investigaciones científicas o la fabricación de ciertos productos. Para evitar esto, es importante que los responsables de la limpieza de una sala blanca cuenten con material de uso exclusivo en esta zona, como una fregona específica de tipo industrial. También deberán vestir según el protocolo establecido para cada tipo de sala y lavarse las manos antes de entrar y efectuar cualquier tarea. Los materiales de limpieza que se usarán dependerán, asimismo, de la clasificación de la sala blanca en la que se vaya a trabajar, ya que cada industria tiene unas exigencias determinadas. De todos modos, habitualmente son desinfectantes y bayetas o mopas de microfibra. En algunos casos, incluso el uso de estas fibras está prohibido, lo que hace aun más necesario el uso de una fregadora industrial, capaz de evitar cualquier tipo de contaminación al máximo. Es importante que las empresas que deseen orientar su oferta de servicios a la limpieza de este tipo de salas informen previamente de sus requisitos específicos a los responsables de cada industria . Con esto, y el uso de material adecuado, la eficacia de este trabajo tan delicado se garantiza de manera casi absoluta.